Las horas van pasando lentamente, yo sigo tumbada sobre mi cama, los recuerdos inundan mi mente y ya no hay vuelta atras.
Antes era una niña, alocada, despreocupada, alegre e inteligente.
Ahora solo soy yo, una mujer, con preocupaciones, con sus sueños rotos y olvidados, sigo viendo las horas pasar en un extraño estado entre este mundo y elmás allá.
No soy yo quien vive, son mis recuerdos de un tiempo mejor.
Las pastillas empiezan a hacer efecto, mi alma se escaba y ya no soy yo,
solo soy un suspiro, un último aliento, un recuerdo olvidado.
Solo soy …. efimera.